William Brown, el famoso “Irish Bar” de Mendoza, se prepara para dar un gran salto en su crecimiento con la creación de franquicias.

Es un bar icónico de la avenida de Arístides de Ciudad, que se distingue del resto. La perspectiva de sus dueños es crecer, no solo con nuevos puntos de venta, sino imponer su marca registrada en otras ciudades.

El que busca una buena cerveza, una barra completa de tragos y viajar a Irlanda por un rato, pero sentado en la calle Arístides, todos señalan a William Brown.

El bar es un lugar icónico de la Ciudad de Mendoza, que este año celebra su primera década desde que abrió sus puertas, con un concepto concreto: unir la cultura Europea, sobre todo la irlandesa, con las costumbres argentinas.

Cerveza, tragos y gastronomía, una combinación perfecta

Ubicado en el corazón de la calle Arístides, el bar cuenta con una amplia carta, que va desde los tragos clásicos, hasta cervezas especiales y platos únicos.

Todo enmarcado en un espacio, con un diseño único, típico de los bares de Irlanda, pero con detalles vintage que reviven la historia nacional.

“William Brown es un ícono de la calle Arístides y de Mendoza. Nace buscando traer la cultura europea y de Irlanda a Mendoza. Y por otro lado reivindicar lo nuestro, lo autóctono. Tenemos una gastronomía que es muy amplia; por un lado la argentina y también muy propia de Irlanda. Pero al mismo tiempo con muchos matices de Argentina”, cuenta Gastón Ferrer, Gerente de William Brown.

Uno de los puntos que distingue al bar es la variedad de cervezas. Como bebida emblemática de la región de Irlanda, Brown se especializó en contar con una amplia carta, donde incluso, los clientes van específicamente a consumir la bebida.

“Nos distingue la variedad de cervezas. Tenemos cerveza artesanal, todo tipo de cerveza industrial, cerveza tirada, las marcas que busquen la tenemos. También tenemos una coctelería muy amplia, con tragos de autor, la barra es una distinción del bar. Y una amplia etiqueta de whiskys, que es muy propia de Irlanda”, detalla Ferrer.

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En la carta gastronómica se destaca por su variedad y el Tomahawk, un corte de carne típico de la región de Europa, es uno de los platos estrella que William Brown ofrece a sus clientes.

“Tenemos comida rápida y minutas, además de platos elaborados como un tomahawk que está muy de moda. Es un plato abundante y que solo nosotros lo tenemos en la zona. También sumamos pescados y pastas. Y la relación precio calidad es fundamental para nuestros clientes”.

Un bar con historia y estilo

Desde su nombre, William Brown, en homenaje al militar Guillermo Brown, nacido en Irlanda y nacionalizado argentino, quien fue una pieza fundamental en la Guerra de la Independencia de nuestro país y el continente, el bar nació con el espíritu de ser único y lograr un lugar notable dentro de la oferta gastronómica de Mendoza.

“En julio cumplimos diez años. Es un bar que tiene mucha trayectoria, con una clientela fiel que la fuimos construyendo con el tiempo, que nos buscan por el servicio, el estilo y la gastronomía. Además tenemos una carta de vinos amplia, sin descuidar ese punto que es importante para Mendoza”.

Sentarse en William Brown es cruzar el océano y sentirse como en un bar irlandés típico. La comodidad del salón se conjuga con un estilo clásico, vintage, donde el ambiente y la música completan la experiencia.

“Los clientes destacan el ambiente, vos te sentas en William Brown y estás en Europa. Y al mismo tiempo el nombre del bar nos remonta a la Independencia e historia de nuestro país. Porque Brown fue una pieza clave en la Independencia, ya que todas las batallas que San Martín dio en la tierra, él las dio en el mar. De hecho es el padre de la Armada Argentina”, comenta Gastón Ferrer.

Una marca en expansión

Desde hace un año, William Brown se convirtió en una franquicia comercializada por Suraci. La perspectiva de sus dueños es crecer, no solo con nuevos puntos de venta, sino imponer su marca registrada en otras ciudades.

“Es un bar que se lleva bien, eligiendo bien el personal. Claro que como todo rubro gastronómico hay que tener paciencia. Pero una vez que camina, el bar lo elige la gente. La franquicia está toda armada, como para comenzar el negocio y que mantengan el espíritu de la marca. Es una apuesta con beneficios a corto plazo”, detalla el Gerente de William Brown.

Uno de los puntos a resaltar, es que los dueños del bar son emprendedores que vienen de otro rubro y decidieron invertir en la marca, por su fidelidad y estilo, dado que es un negocio diferente al resto.

“Ni el dueño ni yo venimos del mundo gastronómico y nos desarrollamos perfectamente. No es algo difícil, y sobre todo con este bar especialmente porque es conocido, ya es una marca registrada. Claro que hay dificultades que surgen y tenés que aprender. Pero con paciencia y apuesta, es una empresa que funciona y en constante crecimiento, sumando clientes de todo el país que nos buscan”.

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